Llegar en coche la víspera a medianoche, a las 5:45 a.m. despertador, 6:15 a.m. en marcha, 9:30 a.m. Tusse de Remuñe,… en total 8h de actividad, para terminar con la mítica tunda de carretera de nuevo hasta la cuna de la civilización, 19:15 en casa. Cuando desde que te despiertas ya vas tarde, arrastras dentro de ti al demonio el resto del día.
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A paso de Tejón, adelantamos a los 3 grupos que iban por delante, incluido un grupo vestido de trailrunners, que volveríamos a adelantar a la bajada, por cierto… Si tiene que partir, que parta…
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Es tanta la adrenalina acumulada en esta semi-libertad dosificada en la que estamos atrapados, que cuando llega la hora de patio, chupamos el granito y mordemos la corteza de los árboles.
.Desde Tusse de Remuñe, pasando por la Aguja Jean Garnier, hasta los gemelos Crabioules por su cresta E.
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El acceso a la Aguja Jean Garnier, exige superar un paso aéreo de III+, el ambiente es espectacular.
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Tras superar la Aguja y descender a la siguiente brecha, una vira un poco forzada te devuelve a la cresta por la vertiente de Literola. III.
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Después una canal de III con muy buenos agarres, se dan por finalizadas las dificultades de la cresta. Siempre muy buena roca.
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Fantástico rincón al que se accede desde el bucólico y poco frecuentado valle de Remuñe. Detrás la cresta del Maupas.
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La cresta hasta la cima del Crabioules Oriental se hace muy corta y rápida. Al subirse a cualquier roca, inevitablemente nuestros instintos nos invitan a aullar. Atados y con bozal o no respondemos…
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La cresta semi-horizontal que une las cimas Oriental y Occidental de Crabioules, es una travesía muy entretenida y divertida.
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Con tortazo a ambos lados, pero se recorre con seguridad.
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Bajo nosotros la gran escombrera del Pirineo y uno de los último glaciares vivos también, el de los Baquo.
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Desde la cima Occidental se desciende por la cara Oeste a la vertiente de Portillón de Oô.
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Después de una fugaz visita a la cima de la Punta Mamy, nos espera el sprint final, prácticamente corriendo, hasta el aparcamiento de Remuñe, pasando por el collado inferior de Literola y el portal de Remuñe. Al final, pocas son las tuercas que llegan ajustadas y prietas.
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Agur
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